Ayer, en la Biblioteca Insular, me ocurrió algo que quisiera compartir con ustedes, con los que ya cuentan o con los que empiezan, con las familias, con los amigos o con los curiosos.
Tenía preparada una sesión dividida claramente en dos partes: por un lado, quería estrenar algunos de los textos que incluiré en mi repertorio a partir de enero del 2010, que es cuando comienzo oficialmente el circuito de narración oral. Y por otro, quería rescatar algunos textos que otros años. Hasta aquí todo correcto. LLevaba unos meses trabajando los nuevos textos. Me sentía seguro. Incluso los había contado en mi aula y en algunos cursos del colegio. En fin que comenzó la sesión. En primer cuento mal, no lo narré como quería. El público contento. Yo nervioso. El segundo cuento peor. El público contento. Yo enfadado. Entonces tiré la sesión abajo y me dediqué a narrar cuentos de otros años. A los 50 minutos los asistentes (niños, niñas y familias) gritaban eso de “otro, otro, otro…”. Por lo que estuvimos casi setenta minutos. El público contento. Yo desilusionado. Dentro de unas semanas, tendremos más oportunidades.
Eso pasa a veces. Peparas una sesión con cuentos nuevos y se te va al suelo. Cuentas historias de otra sesión y el exito es abrumador.
Ya habrá mas ocasiones y veras que bien sale todo.
Saludos desde Alicante
¡A no aflojar! El público disfrutó y ESO ES LO IMPORTANTE, Dani.(Palabra de cuentera vieja)