El poema de Juan Ramón Jiménez “Iba tocando mi flauta” comienza así:
Iba tocando mi flauta
a lo largo de la orilla;
y la orilla era un reguero
de amarillas margaritas.
El campo cristaleaba
tras el temblor de la brisa;
para escucharme mejor
el agua se detenía.
Espero no tardar dos curso en poder visitar de nuevo el centro y que me inviten de nuevo… Ahí seguiremos, tocando a lo largo de la orilla de mis cuentos…
Algunas cosas no pueden enseñarse,
pero pasan de corazón a corazón sin palabras.
Gracias por enseñarnos la magia de los cuentos, la magia de tus palabras.
El Trompo, La Cometa y La Piñata